Viendo
sus presentaciones, detallando cada pequeño solo vas dándote cuenta que quieres
formar parte de aquello. Quieres ser parte de su vida, así como él lo es de la
tuya. Quieres poder estar esperando por el luego de cada concierto, esperarlo
en el aeropuerto luego de cada gira y que él al verte sonría estúpidamente como
cuando tú ves su foto. Porque últimamente es todo sobre él, lo ves en cada
lugar al que vas, lo ves como un recuerdo vivido en carne y hueso, ves un
primer abrazo que nunca existió. Lo ves caminando por la misma calle que tú, y
es cuando tu corazón late desbocadamente y tu cuerpo, alma y mente gritan que
vayas corriendo tras él, pero te das cuenta que el realmente no está ahí. Y lo más
doloroso sucede cuando la realidad te envuelve en una enorme burbuja de la cual
no puedes salir, y te quedas ahí, asfixiándote entre tanto llanto, porque tú
estas partida en dos...
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